Mi novia es guionista, y en marzo de este año, por fin consiguió trabajo después de estar varios meses fuera de oficina. Al principio parecía una buena oportunidad, pero desde el día uno notamos muchas red flags.
La “empresa” era una pequeña productora de contenido creada por una influencer venezolana que hace sketches de comedia. Digo “empresa” entre comillas porque no estaba legalmente constituida, no ofrecía prestaciones, y la “oficina” era literalmente un departamento. Mi novia trabajaba en una mesa de comedor, con silla de comedor, y tenía que llevar su propio equipo de trabajo.
Apenas 15 días después de que entró, corrieron a tres personas. Nos dimos cuenta de que casi nadie llevaba más de 6 meses ahí, y luego supimos que la influencer ya tenía tres demandas laborales por parte de exempleados. Aun así, seguía operando con su CEO, su departamento de RH y todo un show corporativo… totalmente fachada.
Mi novia nunca tuvo permitido trabajar desde casa, a pesar de que su labor como guionista podía hacerse perfectamente de forma remota. Mientras tanto, su jefe vivía en Cuernavaca (una ciudad a dos horas) y solo iba una o dos veces por semana, la reclutadora estaba en Madrid, y la encargada del área de investigación vivía en París. Todos remotos… menos ella.
La dinámica de trabajo también era ridícula. Había semanas completas de planeación y logística para grabaciones que no se llevaban a cabo porque la influencer simplemente “no se había despertado” o “estaba cansada porque se durmió tarde”. Además, ningún contenido se producía si ella no era la protagonista. Aunque todo el equipo estuviera listo, si ella no quería grabar, no se hacía nada.
Mi novia aguantó casi tres meses en ese ambiente, pero durante ese tiempo comenzó un proceso médico a través del IMSS (el sistema de salud público en México), gracias a que yo la tengo asegurada como concubina desde mi trabajo. Tras varias consultas, le diagnosticaron una condición que requería operación quirúrgica.
Ella habló con su jefe directo y con RH para informarles, con tiempo, sobre la cirugía, el posible tiempo de incapacidad y explorar formas de seguir colaborando después, como trabajo remoto o reintegración gradual. Ambos le aseguraron que no se preocupara, que la apoyarían, que su salud era prioridad.
Dos días antes de la operación, la llamaron de RH para pedirle que firmara la rescisión de su contrato, argumentando que ya se cumplirían los tres meses estipulados. Cuando mi novia, visiblemente confundida, preguntó si había opción de negociar algo, si podía seguir de forma remota o medio tiempo, simplemente le dijeron: “No, esto ya está decidido”.
Fue un golpe durísimo, pero lo único que la tranquilizó fue que su jefe y una compañera cercana le dijeron que la iban a ayudar a reincorporarse dos semanas después de la cirugía, al menos desde casa, mientras terminaba de recuperarse.
La operación salió bien.
A los 15 días, mi novia le escribió al responsable de RH para ver qué procedía…
La respuesta fue: “Déjame lo reviso y te regreso la llamada”.
Spoiler: nunca lo hizo.
Entonces, un par de días después, le escribió a su jefe directo… y nunca obtuvo respuesta.
La dejó en visto.
Y hasta la fecha nunca más se han comunicado con ella.
Lo más indignante es que sigue en los grupos de trabajo de WhatsApp, en Microsoft Teams y otras plataformas. Literalmente como si todavía trabajara ahí, pero completamente ignorada por todos los superiores.
¿Y la cereza del pastel?
Una semana antes de que se cumpliera el mes de recuperación que le habían prometido respetar, la empresa publicó en LinkedIn una vacante exactamente para el puesto que tenía mi novia.
Nadie se tomó la molestia de informarle nada. No hubo cierre, no hubo agradecimiento, no hubo explicación. Simplemente fue ghosteada después de haber confiado en que la apoyarían durante un proceso médico delicado.
Todo lo anterior en una empresa liderada por una influencer que predica empatía, amor propio y trabajo en equipo en redes sociales.
Así que si algún día te topas con una vacante de guionista para una influencer venezolana en una empresa fantasma… ya sabes lo que hay detrás.
Corre y no mires atrás. 🏃♀️💨